domingo, 15 de junio de 2008

QUE LE PASA AL FUTBOL ARGENTINO ?


  • El campeonato que ganó el equipo de Diego Simeone estuvo signado por una particularidad: varios fueron los equipos que en vez de ser alentados por su propio público, padecieron su enojo.

Le pasó al campeón y también a otros equipos como Vélez, Independiente, Racing y San Lorenzo.

En el caso de River, el momento más álgido de la mala relación se dio en una semana negra: la derrota ante Boca en el súper clásico por 1 a 0 -un domingo- y la eliminación de la Libertadores ante San Lorenzo -el jueves siguiente-.

El enojo de su gente por la forma en que quedó afuera de la Copa se evidenció, porque fue en el Monumental y porque River ganaba 2 a 0 con dos hombres más, y se potenció cuando los jugadores se enfrentaron a los hinchas.

El caso más emblemático fue el de Oscar Ahumada, que trató de fría a su hinchada y enalteció los valores de los simpatizantes de Boca, quienes, comentó, nunca dejan de alentar.

Escrache de por medio y enormes cantidades de maíz de su propio público en el partido siguiente, Ahumada demostró que es, lejos, uno de los mejores jugadores del equipo. En la actualidad el enojo se ha disipado, pero hay cosas que no se olvidan y la relación, se sabe, puede volver a romperse ante el menor incidente.

Racing
Otro caso emblemático en esta postura fue el de Racing, cuya hinchada protagonizó incidentes (como aquella noche del sábado, en Avellaneda, ante Estudiantes) que obligaron la suspensión de un partido.

El enojo se debió a la floja campaña del equipo, que ahora se encuentra en peligro de perder la categoría.

Tomando como blanco también a la empresa Blanquiceleste, gerenciadora de su fútbol, los enojos se manifestaron no sólo con marchas hasta en el Congreso de la Nación, sino también en los entrenamientos. Y hace tres semanas, inclusive, los futbolistas debieron abandonar una práctica, refugiarse en los vestuarios y cambiar de lugar para entrenar.

Independiente no estuvo ajeno. El empate 0 a 0 con Boca fue suficiente para que su gente colgara una bandera en la que decía "con huevos se ganaba", en alusión a la ventaja numérica que tuvo el conjunto de Avellaneda en ese clásico y que no pudo plasmar en la cancha.

Otro caso emblemático es el de San Lorenzo, cuyos hinchas terminaron queriendo a Ramón Díaz y desde que se fue participan de una supuesta interna del plantel.

Para ellos, uno de los culpables, lejos, es el arquero Agustín Orión, cuyos errores, más bien algunos, se tornaron imperdonables.

Orión se mostró conforme con la salida de Díaz, el entrenador que sacó campeón al azulgrana. Esto no se lo perdonan y se lo hacen saber con banderas, como las que se mostraron este fin de semana en el encuentro en el que derrotaron a Banfield 3 a 2.

Y además se encuentra el caso de Vélez. Los simpatizantes fortineros no tienen una gran relación por su plantel y los malos resultados hicieron que, durante el presente torneo, les pidieran, con canciones y pósters, que salgan menos y jueguen más.

Tampoco estuvo ajeno Gimnasia y Esgrima de Jujuy. Su barrabrava, inclusive, llegó a amenazar de muerte a su cuerpo técnico, con Carlos Ramacciotti a la cabeza, y a sus jugadores.

Este fin de semana, en tanto, se sumó el hincha de Huracán, que recrimina a sus jugadores por una supuesta falta de entrega ante Racing.

Los del globito sostienen que su equipo fue a menos para favorecer a los de Avellaneda en su anhelo por mantener la categoría.

Salvo los de Boca, cuyos hinchas agradecieron ayer la garra de sus jugadores en el ámbito local y en el internacional, muchos otros equipos padecieron a su propia gente. Y en este campeonato, los jugadores de River fueron vencedores, porque le ganaron a los propios y a los ajenos.

Fuente: infobae



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