El Bocha se mete en la piel de hincha, pero pone un freno a las chicanas al vecino: dice que el Rojo debe mirar a los grandes de arriba y no de abajo. No, Manuel, dejá ese Danonino que ya agarraste uno. Disculpame, ¿qué me decías?". Ricardo Enrique Bochini interrumpe el diálogo con Olé para frenar el arrebato comestible del menor de sus dos hijos. Así como alguna vez este diario lo atrapó yendo a pagar una multa, en esta ocasión la charla vía telefónica se produce en medio del "Disco, a una cuadra y media de casa, haciendo las compras, je". El Bocha se muestra como cualquier mortal. A pesar de los 13 títulos y 19 años de carrera dedicados a Independiente. A pesar de contar con una calle y un estadio (en Famaillá, Tucumán, donde ayer disputó un partido junto con Evo Morales y el Burrito Ortega) que llevan su nombre. "Por lo menos, allá se acordaron de mí", ironiza, en clara referencia a que a la hora de rebautizar a la Doble Visera, la actual dirigencia se inclinó por la denominación "Libertadores de América" (hubo votación por Internet) y no por su apellido. El ídolo no guarda rencor pero, cuando puede, hace pesar la chapa. Y como cuando desairaba a los defensores, gambetea la pregunta. Y se larga: "Siempre dije que Racing se iba a quedar en Primera. Lo merece por su historia. No puede estar en la B con la gente que lleva. Es más, tampoco deportivamente había hecho todo mal. Lo vi perder sobre la hora cada partido: Central, Boca, empates con Lanús y Gimnasia LP... Si bien tenía un equipo medio, no merecía siquiera la Promo"
Fuente: Ole
