sábado, 14 de junio de 2008

MESSI Y LOS JUEGOS OLIMPICOS


  • El próximo mes de agosto, concretamente desde el 6 hasta el 24, Pekín se convertirá en el indiscutible epicentro del mundo del deporte. La capital de la República Popular China acogerá la XXIX edición moderna de los Juegos Olímpicos de verano, un evento único en su especie que centrará todas las miradas de nuestro planeta.

Curiosamente, lo que es la gran fiesta del deporte ya ha empezado a causar preocupación en algunos clubs de fútbol. La temporada futbolística ya habrá arrancado durante las fechas olímpicas y varios clubs deberán ceder jugadores a las selecciones que compitan en Pekín. El conflicto es mínimo, ya que dichas selecciones olímpicas de fútbol se componen de jugadores sub-23, a los que se pueden unir hasta tres jugadores de mayor edad. Sin embargo, clubs como el Barça ya han mostrado su preocupación a quedarse, por ejemplo, sin Leo Messi de cara a la tercera ronda previa de la Champions.

El disgusto azulgrana, de producirse dicha situación, es lógico y comprensible. Es el FC Barcelona quien paga a Messi, uno de los mejores futbolistas del mundo en la actualidad, y seguro que Pep Guardiola querrá contar con el argentino para una eliminatoria de enorme importancia, más por lo que se puede perder que ganar. La lógica indica que el Barcelona no pasará apuros para colarse en la Liga de Campeones, pero un tropiezo supondría un desastre tanto a nivel deportivo como económico. Messi es, por lo tanto, uno de los argumentos que ofrecería más tranquilidad en Can Barça. Sin embargo, las reglas son las reglas y es durante su redacción que estas se deben discutir.

En estas fechas precedentes a la Eurocopa 2008, resulta pertinente subrayar que para un futbolista es un orgullo difícilmente igualable vestir la camiseta de la selección de su país en un evento de tal magnitud. La grandeza de los Juegos Olímpicos van más allá aún, pues es la experiencia más sublime que puede vivir un deportista, independientemente de su nacionalidad y de su práctica deportiva. Cierto es que, para un futbolista, el torneo olímpico no acarrea tanta atención mediática o tanta gloria como un Mundial; pero el marco de los Juegos Olímpicos es incomparable y digno de ser vivido por cualquier deportista de alta competición. Por eso no sería justo privar a nadie de tal oportunidad vital. Ni a Leo Messi ni a ningún otro.

CANALES CONVENCIONALES SIEMPRE ONLINE